GOLOSA
Por otra baranda, Fanny convive hace un año con su pierno peludo, Benjamín, pero desde que llegó el modelo che Agustín Pastorino, las hormonas se le revolucionaron y ha sido clarita en decir que está dudando si seguir o no con él. Cercanos a su minoco con olor a fiambre, cuentan que el pobre está tan triste de verla fresqueando todos los días, que no contesta ni su celular.
EXIJO UNA EXPLICACIÓN
Si se preguntan por qué estas damitas andan mirando para el lado, el diario pop se contactó con la psicóloga experta en realities, Carmen Luz Cea, para cachar la onda. "Aprovechan la oportunidad que les da el momento, para enganchar con una persona con la que no podrían toparse en la realidad", afirmó la especialista. En este sentido, dice ella, "buscan afecto y el cariño de un hombre por ser protector y contenedor". Desde su experiencia, Andrea Dellacasa asume que los coqueteos en el claustro son sólo por aburrimiento: "Cuando llevas tanto tiempo encerrado, se te olvida todo lo de afuera (...). Eso se da sólo por aburrimiento, porque pasan muchas horas sin hacer nada y ponen la carnada ahí".Otra que sabe bien del tema es Janis Pope. Ella vivió en carne propia el engaño tipo reality cuando su pinche Álvaro Ballero en Protagonistas de la Fama después joteó en pantalla a Catalina Bono. "Me sentí pésimo, es lo peor que te puede pasar. La gente en la calle lo comenta, me subía al metro y la gente murmuraba el asunto". Por eso mismo, asegura que jamás le pondría el gorro a su pololo si entrara a un reality. "Uno escoge mirar para el lado o no y si la gente que está encerrada lo hace, es porque así lo decide". Y el mandamás de Mundos, Sergio Nakasone, también tiene algo que decir. Los atados amorosos del reality "son cosas que estamos felices que hayan pasado, porque parece una teleserie de la vida real", ya que nutren de contenido y de rating al cocido.
INFORME: La Cuarta
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