Domi Gallego se independizó: "Soy un desastre"

Dominique Gallego tiene 22 años y nunca había vivido sola.

Una vez lo intentó. Fue a los 18 cuando dejó la casa familiar para irse con su ex Ernesto “Lolo” Elgueta al sur. Luego se la pasó entre los realities “40 ó 20” y “Mundos opuestos” para terminar regresando al hogar de sus padres “con la cola entre las piernas y a la pieza más chica de la casa”, recuerda.

Pero en estos días todo cambia para la morena: termina de mudarse al departamento que arrendó para ella y su hijo Martín (3).

“Hace tiempo había tomado la decisión de partir, pero uno siempre tramita este paso. A uno le cuesta irse de la casa en realidad”, reconoce la panelista de “AR”. En su caso, dice, por lo apegada que es a su familia y porque “como dueña de casa soy un desastre. Se me olvida todo”.

-Era más cómodo quedarse con ellos.

-Sí, pero tenía que hacerme grande en algún minuto. Además tengo mi espacio, mi independencia, mis cosas, mi cuadro, mi sillón. Mis papás hicieron de todo para que me quedara. Estaban dispuestos, incluso, a pasarme la pieza matrimonial y ellos irse a la pieza chica y después construir un tercer piso, jajajá.

-¿Broma?

-Nooo, cuando volví con ellos, mi hermana se había quedado con la mejor pieza y yo dormía en una pieza chica, con cama chica. Entonces querían que me sintiera cómoda y que me quedara. Es que son súper apegados a mi hijo, están acostumbrados a estar con él todos los días.

-Dices que eres un desastre como dueña de casa, pero en “Mundos opuestos”, todos decían que eras seca cocinando.

-No, cocino rico, pero es lo único que sé hacer, jajajá. No pago el teléfono hasta que aparece una voz y me avisa “le van a cortar el celular” y me lo cortan. Se me olvida. Nooo, lo voy a pasar mal con eso, pero me voy a tener que acostumbrar a ser ordenada.

-¿Y al aseo le pegas?

-Nooo. Lo puedo hacer, pero no es algo que me agrade. Lo único que me gusta hacer es cocinar. Me da lo mismo que mi hijo dé vuelta el cajón con juguetes. No soy maniática con la limpieza ni con el orden. Hace unos meses pude contratar una nana puertas adentro que me da confianza y me va a ayudar harto. Además vivo a 4 cuadras de la casa de mi mamá y el jardín de Martín queda a una. Por cualquier cosa sé que cuento con mi familia.

-Te pasaste para mamona.

-Para qué te voy a decir que no. Aunque le ha costado asumir que ya no vamos a vivir juntas, mi mamá está chocha decorándome el departamento. El otro día fuimos a comprar pintura y le dije que eligiera los colores porque no sé combinar y ella le pega. Le gusta hacer cortinas, cubrecamas, pintar. Soy demasiado regalona.

-¿Y los pinches?

- Puertas afuera. Soy bien rigurosa en eso y le tengo harto respeto a mi hijo. Además en este momento estoy concentrada en la pega… Ganas de tener pololo no tengo. Creo que la vida me dio una segunda oportunidad desde “40 ó 20”, ya no llego justa a fin de mes, puedo darle una mejor vida a mi hijo y eso es lo único que me importa.

INFORME: LUN