(Por precaución a quienes ven el blog, pusimos la imagen en pequeño, no queremos pesadillas en los niños)
Temprano, antes de las 10 de la mañana, Angélica Sepúlveda salió ayer del encierro de Mundos Opuestos.
Para todos, la Fierecilla de Yungaypidió el día de franco para ir al médico. Sin embargo, su repentina virada matinal coincide con lo chata que está del reality y sus continuos pataleos para volver al mundo real.
Hace varias semanas que laChucky no quiere saber nada de nada al interior de la parcela de Pirque. No es misterio que ha pedido chacharear con la producción, con el ánimo de tirar la esponja porque además de estar aburrida, se siente incómoda.
“La mayor parte del tiempo está sola, aislada”, detallan cercanos al programa a cargo de Sergio Nakasone. Es que en honor a la verdad, son pocazos los participantes que la pescan en buena. La mayoría le ha dicho en su tierna carita que no la pasan y han protagonizado fuertes peleas con ella, como es el caso de Fanny y Joche.
Por esta animadversión la ex de Arturo Prat se lo pasa más sola que un dedo, no participa de las actividades y tampoco anda con buena vibra.
En la casona tampoco la tragan por ser -igual que el Chispa- una de las “protegidas” de los cerebros del espacio. Por ende, que tenga más privilegios que cualquiera.
MAL NEGOCIO
Pero los compañeros de la cabra no son los únicos que la miran feo por estos días. Quienes gestionaron su ingreso, esos mismos vivos que pusieron hasta su billetera al fuego jurando que la sureña la rompería, ahora andan medio arrepentidos. Una, porque más allá de un par de mochas a grito pelao, sus historias no han prendido, ni enganchado a las masas, como sí lo han hecho las personalidades y amoríos de otros participantes, entiéndase Wilma con Longton y el reencuentro de Dominique Gallego con Joche.
El próximo lunes habrá otra prueba de eliminación, y la producción está apostando que será el momento en que Sepúlveda podría llegar nominada.
INFORME: La Cuarta
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