Al principio de Mundos Opuestos nadie pensaba que de esta mezcla de famosos y desconocidos a la final llegarían sólo participantes que hace seis meses eran N.N.
Roca, Dubó, Viviana y Fanny vivieron sus últimas horas de encierro a todo trapo en el resort Marbella, cercano a Viña del Mar. Entre las conversaciones que mantuvieron se preguntaban cómo les cambiaría la vida después de este reality, qué sentirían al salir a la vida real.
Pero en el diario pop averiguamos qué futuro les espera a los cuatro finalistas, independiente del resultado de anoche.
De partida, en el 13 tienen bajo la lupa a Vivi. Les encanta su personalidad y la ven pintada para programas infantiles y adolescentes, ya que tiene un imán especial entre los pitufos de 9 a 15 años, un público que al canal le es bien esquivo.
Otro al que coquetean para que hago algo en la tele es Roca. También les impresiona la aceptación que tiene transversalmente desde niños hasta señoras, estas últimas incluso mueren por él y es el gran público del fortachón.
Dubó, por su parte, se inclina, hasta ahora, por el karate. Ha manifestado que desea seguir entrenando, retomar las competencias y sus estudios universitarios y con el dinero que gane, hacer una academia especialmente dedicada a los niños.
Fanny, por su parte, ha manifestado que le gustaría participar en un programa juvenil. De Yingo y Calle 7 la observan, pero como nos dijo un productor de tevé que ve la proyección de los rostros “si no se mueve bien, capitaliza, es difícil que logre algo porque la gente la recuerda sólo por un aspecto físico y polémicas, y eso no dura”.
INFORME: La Cuarta
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