Adentro, el silencio y las conversasiones de pasillos se apoderaban de la Unidad de Quemados. Quinto piso. Es que allí estaba el brasileño que hizo bailar a medio Chile en la época del axé y se recuperaba tras su dramático accidente en Copiapó. Ya habían pasado sólo 4 días de la fatídica madrugada del sábado, cuando su cara se vio envuelta en llamas tras una mala maniobra con juegos de fuego en la discoteca Costa Atacama.
Pese a todo, el bailarín carioca se escuchaba tranquilo y feliz por el apoyo de la gente. Por lo menos así lo manifestó a La Cuarta, accediendo a una entrevista con un estado de ánimo esperanzador. Su voz no era para nada de cansancio.
- Debe ser muy difícil enfrentar lo que estás viviendo... ¿Cómo te sientes?
- Pese a todo lo que pasó, estoy muy tranquilo. He sentido el apoyo de toda la gente. Me han mandado cartas, me dejan mensajes a cada rato, las enfermeras de acá me tratan muy bien y se preocupan mucho. Además en mi Twitter, que es @thiagocunhachi, cada vez más se llena con saludos y comentarios buena onda. Increíble lo que se siente. Estoy mal, pero el respaldo de todos me hace feliz, muy feliz.
-¿Y físicamente?
- Bueno, mi cara está un poco hinchada y todo eso. Y estoy preocupado por si van a quedar secuelas. Mi brazo está un poco mal. No estoy bien físicamente y estéticamente para nada. Lo que sí, tranquilo.
- Pero hay que trabajar para recuperarse. Y con optimismo...
- Sí. claro que sí. Lo importante es que tengo fe en Dios y la buena onda de la gente que me hace tirar para arriba. Estoy agarrado.
-¿Agarrado? ¿A qué te refieres con eso?
- Me refiero al apoyo de todos que me hacen sentir como aferrados a ellos. Me voy a recuperar.
-Suerte...
-Muchas gracias.
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