Un departamento tipo de tres dormitorios, dos baños y estacionamiento, plantado en plena avenida Colón con Hernando de Magallanes, en Las Condes, puede elevar su arriendo al medio millón de pesos. En Providencia y Ñuñoa los precios bajan a los trescientos mil, nada mal para ese cambio de casa que busca Andrés Longton para vivir con Wilma González y Noah, el hijo de ella. Llevan recién un mes viviendo en el departamento de Colón y ya sienten que necesitan algo más amplio, porque “en el que vivimos ahora se nos hizo chico”, explica él. Así que esta semana Andrés, quien tiene la agenda menos copada que Wilma, se va a dar la tarea de mirar en Internet y en algunos diarios las posibilidades que les da el mercado inmobiliario. La idea, según especifica: “Es que tenga tres piezas, dos baños, living-comedor, cocina, no mucho más”.
Pero lo más importante es que el costo no sea tan salado como el del techo actual. “Este es más o menos caro, claro que está en el precio promedio”.
-¿Entonces?
-Necesitamos algo más amplio por el mismo precio del que estamos ahora, que está muy caro considerando el tamaño del departamento.
Un punto que marca este futuro cambio de hogar es la partida de Nidyan Fabregat. La bailarina está de acogida en el domicilio actual de los Longton-González hace un mes y a fines de julio se va del inmueble, y no por mala convivencia.
En estos días de puro compartir estos representantes locales de la serie ochentera “Tres son multitud” lo han pasado bien. Para Andrés “no ha sido complicado vivir los tres. Yo soy súper relajado y Nidyan ya había llegado antes de que yo saliera del reality. No tengo problemas con eso”.
En el detalle del día a día Longton cuenta que “casi ni nos vemos con Nidyan, ella hace su vida y nosotros la nuestra. Además, ella también es muy buena onda”.
-¿Pero se juntan a cenar?
-No nos vemos mucho, pero sí a veces nos sentamos a conversar, comemos juntos de repente. Tenemos una nana que nos deja comida igual.
-¿Quién es bueno para cocinar?
-Wilma sí que es buena en la cocina, hace pescados con aliños; yo, en cambio, soy el rey de los desayunos.
-¿Y cómo es vivir con dos bombas sexies?
-Jajajá, para mí nada, la veo como la amiga de Wilma, pero con bigotes y barba, jajajá.
-¿Te echan muchas tallas con lo del sueño del pibe?
-Mis amigos empezaron a mandar mensajes al segundo que supieron: oye invita pa’ la casa, sácate un carrete, le ofrecemos nuestra casa a Nidyan. A todos le empezaron a dar ganas de verme.
-Igual les quita algo de intimidad para dar rienda suelta a la pasión, ¿o no?
-Noooo. Dimos rienda suelta a la pasión hace rato. Si lo hicimos delante de millones de cámaras, no nos va a importar que haya alguien en la pieza de al lado. Es la máxima privacidad comparado con lo que vivimos en el reality.
INFORME: LUN
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